Un blog super rete suave... a la petatiux

Cosas que se me ocurren de vez en cuando...

miércoles, mayo 04, 2005

Dejar una huella en el mundo


La intención de este blog nunca ha sido, ni será ponerse filosóficos... así que los que trataban de encontrar la verdad de la vida en estos escritos, les sugiero que visiten esta direccion www.pan.org.mx.... Siiiiiin embargo, daré uso a mi licencia literaria (creo que tiene algo que ver con que voy a escribir lo que se me de mi regalada gana, osea, nada que ver mi comentario) y escribiré sobre un tema existencial.

Todo ser humano tiene un inicio y un fin, ¿no? La Santa Muerte... ¡ahh, que por cierto! Está muy de moda en estos momentos la mentada señora con serios problemas de anorexia y bulimia...(este... ¿o es wey?). ¿En qué estaba?... ah, quesque la Santa muerte... bueno pues, este ser viene y nos arrebata de esta vida terrenal, y para algunos, nos lleva al ooooootro muuuuundo, o simplemente, nos volvemos composta. Para creyentes o no creyentes en una vida después de esta vida, es sumamente importante el trascender. La meta con la trascendencia es no desaparecer completamente de este mundo, que algo nos represente, nos recuerden, o mínimo sepan que existimos. La sabia y enorme cultura popular nos enumera 3 formas de trascender:

Platillo: trascendencia en la vida
Modo de preparación:
· Agregue 3 semillitas de su árbol preferido, plántelo, cuídelo y riéguelo, por lo menos por unos 5 años, para asegurar consistencia.
· Unas pizcas de mota (o su droga habitual) y escriba un libro. No tiene que ser tan bueno, simplemente para que su familia (los únicos que lo compraron) lo regalen a la biblioteca cuando haya atraído mucho polvo. Ahí seguro permanecerá hasta que se acabe el mundo, sin que nadie lo lea, oooobviamente.
· Diviértase como enano y fabrique un hijo, o dos, o tres, o cuatro, o mejor aún cinco... seis ya no, porque creo que ya es abuso.

Sabio podemos llamar quien dijo todo esto, pero... al árbol, lo cortan porque estorba; en México, nadie lee (a menos que te dediques a hacer comics de vaqueros y vaqueritas); y tres, tus 5 hijos también se van a morir (jejeje).

En mis tardes de reflexión encontré otra manera más segura de trascender... bueno, por lo menos por unos minutos. Seamos sinceros, trascender es un sueño para los mortales como nosotros. Solo algunos cuántos como Gloria Trevi y Pato Zambrano serán recordados hasta el fin de los días. Nosotros no; así que es mejor pensar en algo a nuestro alcance. Este método es tan sencillo, que hasta creo que nos busca a nosotros, no nosotros a el; ustedes seguro lo consideran una maldición, que te persigue por cualquier parte del mundo a donde vayas... y yo hablo de dejar huella.

Seguro ahorita estas pensando en una nacada... no, al dejar huella no me refiero a dejarla en el cemente fresco, poner tus manotas o el clásico “Te amo Francisca. Atte Pepe” para que quede ahí para la posteridad (¡Pepe si que sabe viajar por todo México para pregonar su amor!). No, no, lo mío es mucho menos complicado que estar recorriendo la ciudad en busca de un lienzo de concreto.

Para serles sinceros, yo paso a la posteridad con mucha frecuencia. La verdad, trato de evitarlo, simplemente no se me hace justo que las personas siempre quieran saber que yo estuve ahí. Siempre que existe un piso mojado, trato de no dejar evidencias de que coincidí en espacio y tiempo con un trapeador mojado; sin embargo, no lo consigo con frecuencia.

Los pisos mojados pueden ser el material con el que construyamos el monumento de nuestro paso por el mundo. Si ignoramos el clásico letrero de “Caution. Wet floor”, podemos cruzar sobre esa superficie y decirle al mundo: “yo estuve aquí, ahora, y calzo del 12 americano”. Es algo de lo que no podemos escapar, a menos de que tengamos habilidades de gacela, y saltemos distancias impresionantes. Caminar de puntitas es un esfuerzo insuficiente, la gente, minutos después que se seque el piso, igual sabrá que pasaste por ahí... mejor, digámosle al mundo que existimos, pero con estilo.

Es un esfuerzo muy respetable el de las personas que quieren pasar a la historia. Pero, en mi muy humilde opinión, preferiría no hacerlo, un gran esfuerzo por algo que no disfrutaré (ya voy a estar muerto!). Sin embargo, no quiero que esas personas digan que soy un mediocre y no lo intenté. Pero, como no planeo hacerlo a través de una inscripción a Big Brother o de volverme uno de nuestros ilustres diputados (bueno, eso chance y si… $$$ $$$), lo haré en la manera que ya lo describí. Así que, como nuestra vida (pasajera), le haré saber al mundo (pasajeramente) que no respeté el esfuerzo de un trabajador de limpieza, dejando una huella en la vida... y en el piso recién trapeado, también.