La celul-dependencia
El pasado martes 29 de marzo, una nota del periodico El Norte despertó una preocupación sobre un problema que tengo, y que hasta ese momento ya intuía que tenía, pero no quería darme cuenta que padecía: soy un celul-dependiente.
Linea tras linea, la preocupación por mi persona y muchas más que conozco crecía, hasta el punto en donde no pude más, y tuve que aceptar mi padecimiento. Para todos ustedes, público fiel a mis escritos(gracias a Dios no hay muchos en este mundo) me he molestado para transcribir la parte más impactante de esta publicación. Lean, y repitan conmigo: Mi nombre es Otto(Obviamente, en lugar de Otto cada uno de ustedes pequeños lectores pondrá su nombres suyo propio y de ustedes) y soy un celul-dependiente® (copyrights del término, su servidor).
Éstas son algunas pistas que podrían revelar una adicción del menor hacia el celular: (nota mia: mi perfil cupo en cada uno de los siguientes puntos como anillo al dedo)
- Necesita llevarlo con él/ ella cuando sale de casa.
- Al dormir lo deja en la mesita cerca de la cama.
- Se angustia si lo lleva, pero la batería se acaba.
- No es capaz de respetar las reglas y/o los lugares donde el uso del celular está restringido.
- Requiere estar “localizable” y puede llegar a ser descortés por atender las llamadas y dejar en segundo plano a las personas con quienes se encuentra.
- Tratar de poseer el modelo más reciente del mercado (de ser posible internacional).
"No no precious, no tenemos de que preocuparnos, nosotros estaremos siempre juntos. Ninguna publicación concientizadora, podra separarnos... Gollum! Gollum! Bicos yu ar My, my own, my precious"(El celular habla inglés, por eso lo dijo así)"
... este... eso último, lo dije, lo pensé o lo escribí?
A pesar de que cualquier adicción es catastrófica sin importar la severidad, podemos entumecer nuestros sentimientos de culpabilidad con pretextos baratos, que si bien no son soluciones, si funcionan para hacernos sentir menos basura humana (termino muy desagradable, y creo un tanto exagerado): "Siempre hay alguién peor que tú".
Entre los niveles más bajos de esta terrible adicción, está la del ser que llega al punto de la dependencia en la que lleva el celular al baño... aún sobre que la razón le indica que si le llegasen a hablar durante sus quehaceres en esa habitación, se escucharía el eco delatador que lo caracteriza, y sería puesto en evidencia... hay... creo que me mordí la lengua mientras escribia esto.