Un blog super rete suave... a la petatiux

Cosas que se me ocurren de vez en cuando...

jueves, marzo 31, 2005

La celul-dependencia



El pasado martes 29 de marzo, una nota del periodico El Norte despertó una preocupación sobre un problema que tengo, y que hasta ese momento ya intuía que tenía, pero no quería darme cuenta que padecía: soy un celul-dependiente.

Linea tras linea, la preocupación por mi persona y muchas más que conozco crecía, hasta el punto en donde no pude más, y tuve que aceptar mi padecimiento. Para todos ustedes, público fiel a mis escritos(gracias a Dios no hay muchos en este mundo) me he molestado para transcribir la parte más impactante de esta publicación. Lean, y repitan conmigo: Mi nombre es Otto(Obviamente, en lugar de Otto cada uno de ustedes pequeños lectores pondrá su nombres suyo propio y de ustedes) y soy un celul-dependiente® (copyrights del término, su servidor).

Éstas son algunas pistas que podrían revelar una adicción del menor hacia el celular: (nota mia: mi perfil cupo en cada uno de los siguientes puntos como anillo al dedo)
  • Necesita llevarlo con él/ ella cuando sale de casa.
  • Al dormir lo deja en la mesita cerca de la cama.
  • Se angustia si lo lleva, pero la batería se acaba.
  • No es capaz de respetar las reglas y/o los lugares donde el uso del celular está restringido.
  • Requiere estar “localizable” y puede llegar a ser descortés por atender las llamadas y dejar en segundo plano a las personas con quienes se encuentra.
  • Tratar de poseer el modelo más reciente del mercado (de ser posible internacional).

"No no precious, no tenemos de que preocuparnos, nosotros estaremos siempre juntos. Ninguna publicación concientizadora, podra separarnos... Gollum! Gollum! Bicos yu ar My, my own, my precious"(El celular habla inglés, por eso lo dijo así)"

... este... eso último, lo dije, lo pensé o lo escribí?

A pesar de que cualquier adicción es catastrófica sin importar la severidad, podemos entumecer nuestros sentimientos de culpabilidad con pretextos baratos, que si bien no son soluciones, si funcionan para hacernos sentir menos basura humana (termino muy desagradable, y creo un tanto exagerado): "Siempre hay alguién peor que tú".

Entre los niveles más bajos de esta terrible adicción, está la del ser que llega al punto de la dependencia en la que lleva el celular al baño... aún sobre que la razón le indica que si le llegasen a hablar durante sus quehaceres en esa habitación, se escucharía el eco delatador que lo caracteriza, y sería puesto en evidencia... hay... creo que me mordí la lengua mientras escribia esto.

miércoles, marzo 30, 2005

El primer post: jalea de fresa



Avergonzado de los anteriores intentos de blogs que había hecho, borré el último sin la intención de hacer uno nuevo. La principal razón es que no tengo el compromiso de estar subiendo posts y no tengo material sobre qué hacerlos. Sin embargo, por la insistencia de Iván Canales y la propuesta para el primer post, empecé este Blog rete suave, que veamos en qué tipo de ridiculeses acaba por tener.

Jalea de Fresa

Uno de los abanderados culino-culturales de nuestra nación vecina es el famoso peanutbutter, o como un buen castellano nombraría, mantequilla de maní. Esta rareza tiene solo una utilidad en mi casa, forma parte de los numerosos ingredientes del famoso mole a la veracruzana que mi mamá prepara. Junto con el chocolate y quien sabe que mas cosas se le agreguen, el mole que contiene mantequilla de maní sabe a gloria.
Como mi ingestión de peanutbutter solo se limita combiinado en mole, no puedo decir que soy un fan. Es más, las veces que lo olía o lo probaba, no causaba una reacción en mi paladar (o como yo digo, no hacia una fiesta en mi boca) por lo que terminaba haciéndolo a un lado y no profundizar en en sub-arte culinario de las propiedades de la mantequilla de maní.
Peeeeero, debo de presumir que mi paladar cada vez se está volviendo más fino... o menos. Mi visita a Canadá ocasionó una nueva epifania en mi vida (una más de las numerosas que han existido, y que muchos de mis amigos conocen y burlan de ellas). Me enfrenté a la PeanutButter canadiense, y debo decir que me conquistó. Con un sabor más suave, menos dulce y más amargo, logró hacer una buena party in my mouth(estabamos en Canadá, recuérdenlo). A parte de probarla en su presentación básica (entiéndase, al natural) la probé de una de las maneras más inverosímiles que pueden existir: PeanutButter Sandwich WITH BANANAS. No lo podía creer, una de las cosas más asquerosas que la televisión norteamericana presentaba como uno de sus orgullos (tal vez a la par de la hamburguesa y la Pizza) realmente sabía buena.
De regreso a México, la verdad no me he atrevido a repetir ese nirvana culinario que me causó el emparedado (sigo perteneciendo a la comunidad de castellano parlantes) con mantequilla de maní y plátano, hasta cierto punto, por el temor de hechar a perder este hermoso recuerdo que tengo, y por darme cuenta que la culpa de que no me gustara la mantequilla de maní no era por su naturaleza, si no por las pobres opciones de este productoque se encuentran en México.
Sin embargo, hay algo que me ha hecho despertar una curiosidad morbosa por volver a probar el éxtasis resultado de una intensa dosis de cacahuate (tenía que salir el término mexicano por alguna parte, no creen?) y es que Marcela(mi novia) mencionó ayer, frente a un amigo que nunca habia probado la crema de cacahuate, que la mejor forma de comer este producto untable es... si, adivinaron, con jalea de fresa, o para los que no entendieron, mermelada de fresa.
Lo confieso, estoy intrigado; ¡mermelada de fresa, gracias por darme el coraje para intentar una vez más llegar al cielo por el camino de la PeanutButter!